La representante demócrata por Ohio, Joyce Beatty, presentó una demanda contra el presidente Donald Trump por exigir la eliminación de su nombre del Centro John F. Kennedy de las Artes Escénicas. La querella también señala a los miembros de la junta directiva nombrados por Trump, argumentando que la votación realizada la semana pasada para rebautizar el recinto con el apellido del mandatario fue ilegal, ya que la ley exige que cualquier cambio de nombre del edificio sea aprobado expresamente por el Congreso.
El abogado de la representante demócrata afirmó que el cambio de nombre "viola la Constitución y el Estado de derecho", al subrayar que fue el Congreso quien estableció oficialmente el nombre del centro cultural. Sin embargo, un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que la Administración rechaza esa interpretación legal y no espera que el Congreso intervenga para revertir la decisión de la junta.
La congresista Beatty denunció que fue silenciada durante la reunión en la que se aprobó el cambio y reiteró que "solo el Congreso tiene la autoridad para cambiar el nombre del Kennedy Center", calificando el proceso como "una completa verg enza" para la institución.
Este hecho se produce en medio de una serie de tensiones entre el gobierno de Trump y los demócratas en el Congreso. La demanda presentada por Beatty es un desafío directo a la autoridad del presidente y pone en duda la legalidad de sus acciones.
El Centro John F. Kennedy de las Artes Escénicas es una prestigiosa institución cultural en Washington D.C., que lleva el nombre del expresidente demócrata desde su inauguración en 1971. El intento de renombrarlo con el apellido de Trump ha generado indignación entre los críticos del mandatario, quienes lo ven como un abuso de poder y un ataque a la memoria de Kennedy.
La batalla legal por el nombre del Kennedy Center se perfila como un nuevo frente de conflicto entre la Casa Blanca y el Partido Demócrata, en un momento en que la polarización política en Estados Unidos alcanza niveles históricos.
