El Gobierno uruguayo y la firma HIF Global rubricaron un acuerdo de trabajo con hitos y plazos para desarrollar un proyecto de instalación de una planta de combustibles a partir de energía renovable, hidrógeno verde y CO en la localidad de Paysandú, frente a la ciudad argentina de Colón.
El memorando de entendimiento (MOU) establece que la información sobre el desarrollo de la planta será confidencial y que el Estado uruguayo actuará como juez y parte en el proceso de viabilidad del emprendimiento, considerado una "oportunidad de inversión que de concretarse contribuiría positivamente al crecimiento del país".
HIF se comprometió a un esquema de desembolsos por USD 5.385 millones en tres etapas, con la meta de tener el primer módulo de la planta operativo en 2029 y exportaciones proyectadas de hasta USD 1.012 millones anuales una vez que los cuatro módulos estén en funcionamiento.
Sin embargo, el proyecto ha generado resistencia en la localidad entrerriana de Colón, donde se teme que la "contaminación visual" de la planta afecte al turismo, principal industria de la zona. El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, abrió un diálogo con las autoridades uruguayas para solicitar la relocalización del proyecto, pero la respuesta fue que el mismo se encuentra en las primeras etapas y falta mucho para su concreción.
Paralelamente, la Justicia Federal argentina ha puesto el ojo en el eventual conflicto, con pedidos de informes a la CARU (organismo binacional que administra el río Uruguay) y ordenando a Prefectura tomar muestras de agua en la zona.
El acuerdo establece plazos perentorios para que el contrato de inversión se rubrique durante 2026, y detalla que HIF ya cuenta con compradores asegurados para la producción de la planta de Paysandú.
