El mercado de los activos tokenizados del mundo real (RWA) muestra una fuerte expansión, con su capitalización total pasando de USD 15.000 millones a más de USD 35.000 millones en los últimos años. Dentro de este segmento, las acciones tokenizadas han marcado máximos históricos cercanos a los USD 800 millones, con un crecimiento de casi 30 veces en lo que va del año.
Sin embargo, este salto no necesariamente implica que el mercado haya desarrollado de forma espontánea un apetito masivo por estos productos financieros. Según analistas, gran parte del crecimiento se debe a la resolución de restricciones regulatorias y de infraestructura que finalmente permitieron escalar la oferta de estos instrumentos.
Los datos muestran que la mayor parte del valor de los RWA se concentra en Ethereum y sus redes de segunda capa, con el segmento de crédito privado como el de mayor expansión. Además, se destaca la rápida tokenización de bonos del Tesoro de Estados Unidos, enfocada más en mejorar la eficiencia operativa que en crear nuevos mercados especulativos.
Desde la perspectiva jurídica, el avance de la tokenización responde a un proceso de maduración normativa en diferentes jurisdicciones, con marcos regulatorios más claros que permiten el desarrollo de modelos de cumplimiento más robustos. No obstante, en Argentina aún existen trabas importantes, con la Comisión Nacional de Valores exigiendo estructuras como fideicomisos para la tokenización de activos inmobiliarios.
A largo plazo, se prevé que la tokenización de activos reales seguirá expandiéndose, impulsada por la adopción de grandes gestores de activos y la mejora en las condiciones técnicas y regulatorias. Sin embargo, más que una fiebre especulativa, los expertos señalan que se trata de un crecimiento habilitado por estas nuevas condiciones, cuya demanda real aún está por verse en el tiempo.
