El sistema financiero dominicano mantiene una sólida posición en medio de la incertidumbre global, según informó el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, tras reunirse con los principales representantes del sector bancario.
De acuerdo a los análisis presentados, las pruebas de estrés realizadas al sistema consolidado no han identificado vulnerabilidades que puedan poner en riesgo la provisión de servicios financieros en el país. Esto significa que el sistema está preparado para enfrentar escenarios adversos sin comprometer su funcionamiento.
Valdez Albizu destacó que la banca dominicana mantiene niveles elevados de rentabilidad, solvencia y calidad de su cartera de créditos, lo cual ha sido clave para sostener el financiamiento a los sectores productivos y apoyar el crecimiento económico. Actualmente, los activos del sistema financiero consolidado ascienden a RD$4.19 billones, lo que representa un aumento interanual de 9.3%.
La cartera de créditos del sistema financiero también muestra una alta calidad, con el 91% de los préstamos concentrados en las categorías de menor riesgo (A y B). La morosidad consolidada se sitúa en apenas 1.8%, mientras que la cobertura de créditos vencidos alcanza el 162.5%.
En cuanto a la liquidez, las entidades de intermediación financiera mantienen colchones holgados, con depósitos overnight en el Banco Central que superan los RD$96 mil millones. Este nivel de liquidez ofrece un margen adicional de seguridad ante cualquier eventualidad.
Respecto a la rentabilidad, el sistema financiero local se mantiene por encima del promedio regional. El retorno sobre los activos (ROA) se ubica en 2.6%, mientras que el retorno sobre el patrimonio (ROE) alcanza el 21.7%.
Particularmente, el gobernador destacó la situación financiera del Banco de Reservas, la principal entidad bancaria del país, la cual presenta activos por RD$1.35 billones, una cartera de créditos de RD$617 mil millones, una morosidad de 1.3% y un índice de solvencia de 17.6%.
Los representantes del sector financiero respaldaron este diagnóstico, afirmando que la banca atraviesa uno de sus momentos de mayor transparencia y solidez, y llamaron a mantener un debate técnico y responsable que contribuya a preservar la estabilidad alcanzada.
