La crisis petrolera en Venezuela se agudiza a medida que las sanciones impuestas por Estados Unidos toman efecto. Imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europea (ESA) han captado decenas de buques tanqueros varados frente a los principales puertos administrados por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Según la información recabada, después de que el presidente Donald Trump ordenara el bloqueo de los petroleros sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), el régimen de Nicolás Maduro ha optado por refugiar estas unidades en aguas territoriales venezolanas hasta que la presión internacional disminuya.
Una fotografía del pasado domingo muestra al menos 15 buques petroleros en las cercanías del Complejo Petroquímico José Antonio Anzoátegui, en el terminal de Barcelona, estado Anzoátegui. Mientras que otra imagen del miércoles pasado revela que 19 tanqueros fueron anclados cerca del Centro de Refinación de Paraguaná (CRP), en el estado Falcón, donde recientemente llegó el buque ruso Hyperion para descargar nafta, un diluyente clave para que PDVSA pueda refinar crudo y obtener combustibles.
Las sanciones estadounidenses han tenido un fuerte impacto en la industria petrolera venezolana. La Guardia Costera de EEUU, con el apoyo del portaaviones USS Gerald R. Ford, ha logrado incautar dos buques tanqueros, el Skipper y el Centuries, que transportaban crudo venezolano sujeto a las medidas punitivas del Departamento del Tesoro. Asimismo, se informó que Washington se encuentra en la persecución de un tercer barco, el Bella 1, administrado por redes de tráfico iraníes.
La crisis energética en Venezuela se agrava cada vez más, con decenas de petroleros varados en las costas del país a la espera de poder reanudar sus operaciones. Las sanciones impuestas por Estados Unidos han golpeado duramente a la industria petrolera, principal fuente de ingresos del gobierno de Maduro, lo que ha profundizado la grave escasez de combustibles que sufre la población.
Expertos coinciden en que la situación es crítica y que, sin un cambio sustancial en la política exterior estadounidense, la parálisis del sector petrolero venezolano podría prolongarse por tiempo indefinido, con graves consecuencias para la economía y la población del país.










