Marruecos inició con el pie derecho la Copa Africana de Naciones 2025 al vencer 2-0 a Comoras en la inauguración del torneo. A pesar de algunas complicaciones iniciales, la selección local terminó imponiéndose con goles de Brahim Díaz y Ayoub El Kaabi.
La lluvia que cayó durante todo el domingo en Rabat no logró apagar el fuego de la selección de Marruecos ni de su gente. En la inauguración de la Copa Africana de Naciones 2025, el conjunto marroquí venció 2-0 a Comoras y ratificó su condición de candidato a un título que ganó sólo una vez y hace ya más de 50 años.
La ceremonia inaugural del torneo fue todo un espectáculo, con seis artistas en vivo, fuegos artificiales y unos mosaicos espectaculares que se armaban en cada tribuna a partir de unas pulseras con luces que repartían en las entradas. El estadio Príncipe Moulay Abdellah, un recinto que estuvo colmado por más de 60 mil hinchas, nada tiene que envidiarle a las mejores canchas del mundo.
Allí estuvo el príncipe heredero de Marruecos, Moulay Hassan, quien saludó a los jugadores en la previa junto a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y Patrice Motsepe, mandamás de la CAF. "Esta será la mejor Copa Africana de Naciones de la historia", prometió el suizo.
Los fanáticos marroquíes recibieron unos accesorios para decorar el estadio y desde temprano le pusieron color y sonido a la fiesta, con bombos y banderas, y no pararon de cantar un instante al ritmo de los muchos de los hits que se escuchan en las canchas argentinos... Aunque en otro idioma.
A la hora de los bifes, sin embargo, a Marruecos le costó mucho más de lo esperado. Comoras, un país formado por tres islas que apenas disputa su segunda CAN y ocupa el puesto 108 del ranking FIFA, le metió un bondi abajo del arco y se la complicó.
Pudo ponerse rápido en ventaja el local, pero a los 11 minutos el arquero Yannick Pandor le atajó un penal a Soufiane Rahimi y llenó de nervios al equipo de Walid Regragui, el mismo DT que lo llevó a las semifinales en Qatar 2022.
Marruecos sintió la ausencia de Achraf Hakimi, su capitán y máxima figura, quien todavía no está del todo recuperado de una lesión sufrida en noviembre con el PSG. Antes del partido, le ofreció a la multitud el Balón de Oro al mejor jugador africano del año, pero luego ni siquiera realizó la entrada en calor con sus compañeros.
Sin embargo, ni bien arrancó el complemento, llegó el gol del alivio. Fue Brahim Díaz, jugador del Real Madrid y figura del encuentro, el encargado de abrir la cuenta a los 10 minutos del segundo tiempo. Y a partir de ahí sí fue todo de Marruecos, que lo terminó liquidando con una chilena de antología que firmó Ayoub El Kaabi y no gritó más veces por obra y gracia del arquero rival.
Marruecos será uno de los anfitriones del Mundial 2030 junto a España y Portugal, y en esta Copa Africana está dispuesto a mostrarle al planeta que ya está listo para el desafío. Atraviesa su mejor momento futbolístico: tras quedarse con el bronce en los Juegos Olímpicos de París y ganar el Mundial Sub 20 (venció a la Argentina en la final), le alcanzó con un equipo suplente para levantar la Copa Árabe hace un par de semanas y ahora va por una vieja deuda pendiente.
