La comunidad deportiva costarricense está de luto por el fallecimiento de Sonia Mesén Ramírez, destacada taekwondista que se convirtió en la primera persona no vidente en obtener el cinturón negro en el país.
Mesén, quien murió a causa de cáncer, dejó un legado imborrable de disciplina, perseverancia y superación. La Federación Costarricense de Taekwondo lamentó su partida, resaltando que fue "una huella imborrable en la historia del paradeporte costarricense y del taekwondo nacional".
La atleta entrenaba en la academia Taekwondo Cañas, en Guanacaste, donde la recordaron como una persona que "nunca se dio por vencida pese a su condición". Desde la institución agradecieron a la vida por haberla conocido, luego de que Mesén llegara un día a preguntar si aceptaban "cieguitas" en su escuela.
Sonia Mesén se convirtió en un símbolo de superación y un ejemplo a seguir para la comunidad deportiva y paradeportiva de Costa Rica. Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero su legado y determinación permanecerán vivos en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerla y entrenar con ella.











