El Gobierno nacional y la Cámara Agropecuaria de Cochabamba alcanzaron este domingo una serie de acuerdos orientados a fortalecer la producción y garantizar condiciones de trabajo para el sector, tras una reunión encabezada por el ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Gabriel Espinoza, y el presidente de la entidad agropecuaria, Rolando Morales.
Durante la conferencia de prensa, Espinoza destacó la coincidencia entre el Ejecutivo y los productores en la necesidad de "ponerle el hombro al país" y evitar medidas que afecten la economía y el empleo. Señaló que el sector productivo fue golpeado durante años por la falta de atención, asistencia técnica y reglas claras, situación que afirmó el Gobierno se comprometió a revertir.
El ministro subrayó que el acuerdo contempla apoyo técnico, seguridad jurídica y la generación de condiciones para que Cochabamba recupere su potencial como centro productivo. Mencionó la diversidad de rubros del departamento, desde frutas y lácteos hasta miel, flores y piscicultura, y advirtió que la cultura del bloqueo ha deteriorado seriamente esa capacidad productiva.
Espinoza remarcó que cualquier bloqueo o restricción a la libre circulación perjudica directamente a la producción y al país, y no al Gobierno. En ese marco, anunció la conformación de mesas de trabajo sectoriales a partir de las próximas semanas, así como el avance en la reglamentación de la zona económica especial de Cochabamba, considerada clave para impulsar la producción y las exportaciones.
Por su parte, Rolando Morales expresó optimismo tras el encuentro y afirmó que el sector agropecuario confía en que las mesas de trabajo permitirán subsanar los "cuellos de botella" de la cadena productiva. Reiteró que los productores no buscan confrontación política, sino "política productiva", enfocada en abastecer el mercado interno y exportar excedentes.
El dirigente del rubro bananero, Marcelo Soliz, fue enfático al rechazar los bloqueos, señalando que han provocado pérdidas significativas, incluida la reducción de unas 2.000 hectáreas cultivadas. "La producción no espera", sostuvo, al explicar que productos como el banano, la piña y las hortalizas no pueden almacenarse. El encuentro concluyó con el compromiso de trabajar en paz y armonía en beneficio de la población.
