Una investigación de la Unidad de Investigación de BioBioChile revela que el fútbol amateur en Chile se ha convertido en una fachada para las operaciones del crimen organizado. Narcotraficantes reclutan a jugadores ofreciendo dinero, infiltrándose en ligas y campeonatos a lo largo del país.
Ejemplos como el Real Betis, que combinaba partidos con actividades delictivas, o el Club Deportivo Quilpué Unido, que utilizaba el traslado de sus divisiones menores para transportar droga, son preocupantes. La Fiscalía Nacional y expertos advierten que esta infiltración no es casual, sino parte de una cuidada estrategia de control territorial por parte de las organizaciones criminales.
Los narcotraficantes usan al fútbol amateur como una fachada para lavar dinero, reclutar "soldados" y legitimar su autoridad en las comunidades. Ofrecen dinero, mejoran infraestructura y patrocinan equipos para ganar la confianza de los vecinos y pasar desapercibidos.
Según datos del Gobierno, en 2024 se registraron 135 casos policiales asociados al fútbol amateur, con un 74,1% de lesiones. Este año, hasta agosto, se han reportado 60 casos, siete de ellos homicidios.
Las autoridades advierten que esta problemática ocupa al Ejecutivo, dada la masividad del deporte rey a nivel local. Actualmente hay más de 3.700 clubes afiliados a la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA), con escasa regulación que permite la infiltración del crimen organizado.












