Roberto Ordóñez, el experimentado delantero de 40 años, fue pieza clave en el ascenso de Cuenca Juniors a la Serie B del fútbol ecuatoriano. Como capitán y referente del equipo, el jugador conocido como 'La Tuka' aportó no solo con goles, sino también con su liderazgo y convicción en un plantel joven que hizo historia para el balompié azuayo.
En una entrevista exclusiva con Diario El Mercurio, Ordóñez repasa el logro alcanzado, su presente, su carrera y los sueños que lo mantienen vigente a pesar de su avanzada edad. "Le he pedido a Dios que me regale dos años más de fútbol. Tengo metas claras y quiero seguir siendo un ejemplo para los chicos, demostrar que con disciplina, esfuerzo y fe se puede competir a buen nivel", asegura el veterano delantero.
Ordóñez resalta que la clave del ascenso de Cuenca Juniors fue la "fe, la unión y el sacrificio" de un grupo que creció no solo en lo futbolístico, sino también en lo humano y espiritual. "Segunda Categoría es durísima, cada partido es una batalla. Pero el grupo creció mucho, y eso fue clave", recalca.
El jugador también habla sobre su cercana relación con los juveniles del equipo y su liderazgo dentro del campo. "Siempre quise transmitir fe, confianza y tranquilidad. Nunca llegué como el indiscutible, fui uno más. Me tocó correr, sudar y trabajar como todos. El respeto se gana así", afirma.
Más allá del fútbol, Ordóñez también menciona su proyecto de fundación, enfocado en "fomentar valores y disciplina" en jóvenes que no tienen oportunidades. "Yo pasé muchas dificultades de joven y quiero ayudar a chicos que hoy no tienen oportunidades, enseñarles a soñar y a luchar por sus objetivos", explica.
Al final de la entrevista, el veterano delantero deja un mensaje a la afición de Cuenca Juniors: "Que sigan soñando. Yo soy un soñador y gracias a eso estoy donde estoy. Nada es fácil, pero con esfuerzo y fe todo es posible. Este ascenso es solo el comienzo".












