La invasión rusa de Ucrania, que ya cumple casi 1.400 días, ha llevado a Moscú a desarrollar nuevas tecnologías para intentar contrarrestar los avances de Kiev. En este contexto, Rusia ha creado un innovador sistema de defensa para sus tanques, al que han apodado el "tanque de diente de león".
Este nuevo sistema consiste en docenas de varillas metálicas ramificadas y flexibles que se sujetan a la superficie de los tanques. Su objetivo es interceptar y derribar los drones de primera persona (FPV) utilizados por las fuerzas ucranianas en el campo de batalla.
Según los detalles proporcionados, las varillas están hechas de fibra de vidrio de diferentes grosores y se conectan entre sí mediante elementos de acoplamiento desmontables. La estructura se vuelve más densa y delgada hacia la parte superior, buscando cubrir la mayor área posible del vehículo.
Si bien este "tanque de diente de león" aún no se ha visto en acción en el frente ucraniano, algunos expertos esperan que Rusia lo pruebe pronto en condiciones reales. Anteriormente, el Ejército ruso había recurrido a otras soluciones como "jaulas de protección" y "tanques tortuga" para defenderse de los drones enemigos.
El desarrollo de este nuevo sistema antidrones se produce en medio de las negociaciones de paz entre Rusia y Estados Unidos, mientras las tropas rusas continúan atacando y avanzando en algunas zonas del Donbás. Ucrania, por su parte, espera recibir más ayuda financiera de la Unión Europea para sostener su defensa.
La guerra en Ucrania sigue sin visos de una resolución rápida, y ambos bandos buscan nuevas formas de ganar ventaja en el campo de batalla. El "tanque de diente de león" es la última apuesta de Rusia para proteger sus fuerzas de los devastadores ataques de los drones ucranianos.
