Venezuela se enfrenta a la posibilidad de una intervención armada de Estados Unidos, lo que ha llevado al gobierno de Nicolás Maduro a fortalecer su capacidad militar y prepararse para una eventual confrontación.
Según el International Institute for Strategic Studies (IISS), Venezuela cuenta con un poderoso arsenal de defensa aérea, incluyendo 12 baterías de misiles S-300 de largo alcance, 9 sistemas Buk y 44 unidades Pechora de mediano alcance, así como un arsenal de lanzadores portátiles Igla-S de fabricación rusa. Maduro ha afirmado que se han desplegado unos 5.000 de estos misiles antiaéreos en "posiciones clave de defensa aérea".
Además, Venezuela se ha convertido en el único país sudamericano con drones de ataque, como los ANSU-100 y 200, derivados de versiones modernizadas de aparatos iraníes. La Fuerza Aérea también cuenta con cazas F-16, F-5 y Sukhoi, así como helicópteros rusos de transporte y combate.
En cuanto a las fuerzas terrestres, el Ejército venezolano posee 92 tanques T-72B1, 150 vehículos blindados BTR-80A, 50 lanzacohetes BM-21 Grad y más de 50 obuses 2S19 Msta-S, en su mayoría de origen ruso. También ha adquirido vehículos blindados chinos VN-4.
La Armada Bolivariana, por su parte, cuenta con 76 buques, incluyendo una fragata clase Mariscal Sucre fabricada en Italia, 9 barcos de patrullaje oceánico y costero, y un submarino Tipo 209 de origen alemán. Además, ha recibido de Irán lanchas de ataque rápido Peykaap-III equipadas con lanzadores de misiles.
En cuanto a los recursos humanos, el Ejército venezolano cuenta con unos 63.000 integrantes, la Marina de Guerra con 25.500, la Fuerza Aérea con 11.500 y la Guardia Nacional con 23.000. Maduro también ha activado la Milicia Bolivariana, que según el gobierno ha crecido a 8 millones de alistados, aunque el número real es incierto.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha destacado la importancia de los ejercicios "Independencia 200", con los cuales la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha elevado su capacidad operacional y sincronía. Además, una Ley Especial para el Comando de la Defensa Integral ha permitido establecer una mayor armonía entre los métodos de lucha armada y no armada.
Caracas ha tomado medidas adicionales, como la instalación de barreras de concreto tipo "erizo" a lo largo de la carretera que une la capital con La Guaira, en la costa caribeña, dificultando el desplazamiento de vehículos. Estos preparativos evidencian la determinación del gobierno venezolano de hacer frente a una posible intervención militar de Estados Unidos.












