El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras atraviesa un momento de gran tensión debido a retrasos en el escrutinio especial y acusaciones de hostigamiento entre representantes de distintos partidos políticos. La consejera presidenta Ana Paola Hall denunció presiones para realizar las sesiones de manera presencial, a pesar de que legalmente pueden ser virtuales, y advirtió sobre un ritmo extremadamente lento en el procesamiento de actas electorales.
Hall también alertó sobre un clima de intimidación contra los funcionarios electorales y los miembros de las juntas designados por los partidos. "Existen sectores dentro de los partidos políticos que buscan demorar el escrutinio", señaló, calificando la situación como un tema de seguridad nacional.
Por su parte, el candidato presidencial del Partido Nacional, Nasry Asfura, acusó a ciertos miembros de las Juntas Especiales de Verificación y Recuento (JEVR) de paralizar deliberadamente las actividades del Centro Logístico Electoral (CLE), incluyendo supuestas agresiones contra mujeres y la pasividad de los fiscales presentes.
Los diputados nacionalistas Tomás Zambrano y Merary Díaz denunciaron un presunto boicot electoral, hostilidad e intimidación hacia los representantes de su partido, y solicitaron la intervención de autoridades nacionales e internacionales para garantizar la transparencia del proceso.
En contraste, sectores del Partido Liberal aseguran que algunos representantes del PN se niegan a firmar actas, por lo que todavía no se puede determinar con certeza el origen de los conflictos. El presidente del Partido Liberal, Roberto Contreras, confirmó el retraso en el escrutinio especial y pidió la cancelación de visas a funcionarios que se opongan al conteo.
Debido al aumento de tensiones y acusaciones cruzadas, se convocó una reunión de emergencia entre comisiones del PN y del PL, coordinada por Arístides Mejía, para analizar cómo continuar con el escrutinio especial y buscar soluciones consensuadas.
Ambas partes siguen exigiendo la reanudación del conteo, pero liberales y libres continúan pidiendo el recuento voto por voto, mientras que los nacionalistas piden dejar de anular actas y continuar con el escrutinio.
Mientras tanto, el salón del CLE luce vacío y sin actividad, retrasando una vez más el conteo de votos del maratónico proceso electoral general 2025. Las autoridades electorales esperan que las negociaciones entre comisiones permitan retomar el escrutinio especial de manera ordenada y que el proceso continúe hacia una declaratoria de resultados transparente y confiable.





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