En un nuevo giro de la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela, el gobierno de Donald Trump ha ordenado la interceptación y confiscación de un buque petrolero de bandera panameña y propiedad china que transportaba 2 millones de barriles de crudo venezolano.
La operación, dirigida por la Guardia Costera de Estados Unidos con el apoyo de las Fuerzas Armadas, se llevó a cabo frente a las costas de Venezuela y se trata del segundo caso conocido de incautación de un buque cerca del país sudamericano en las últimas dos semanas.
El 10 de diciembre, Estados Unidos ya había confiscado un petrolero llamado Skipper, en lo que parece ser una intensificación de las acciones agresivas del gobierno de Trump contra el régimen de Nicolás Maduro.
Según un funcionario familiarizado con el asunto, el buque interceptado en esta ocasión es el Centuries, de propiedad china y bandera panameña, que transportaba la cuantiosa carga de crudo venezolano.
Estas medidas se enmarcan en las repetidas amenazas de Trump de lanzar ataques terrestres en territorio venezolano, así como en el bloqueo anunciado esta semana por el presidente estadounidense contra los barcos que entren o salgan de Venezuela.
El gobierno de Caracas condenó enérgicamente el bloqueo, calificándolo como una "amenaza imprudente y grave" contra la soberanía y los intereses nacionales del país. Venezuela aseguró que continuará defendiendo sus derechos.
Además de las incautaciones de buques, las Fuerzas Armadas estadounidenses han matado a 104 personas en ataques que han destruido 29 presuntas embarcaciones de narcotraficantes, según informa la agencia Bloomberg.
Esta escalada de acciones militares y económicas por parte de Estados Unidos refleja la creciente hostilidad de la administración Trump hacia el régimen de Maduro, en un momento en que la crisis política, económica y humanitaria en Venezuela no da tregua.











