La Fiscalía Metropolitana Occidente reveló detalles de la Operación Apocalipsis, que destapó un sistema de corrupción dentro del penal Santiago Uno y la cárcel de San Joaquín. En total, 47 gendarmes y 23 civiles enfrentan cargos por delitos como cohecho, soborno y lavado de dinero.
Durante la audiencia de este sábado, el fiscal Marcos Pastén expuso los mecanismos utilizados por la organización criminal para blanquear más de $6.000 millones en tres años, a través de transferencias bancarias y la adquisición de bienes inmuebles y vehículos. Además, se han decomisado $50 millones en efectivo, congelado 183 cuentas bancarias e incautado 16 vehículos.
El Ministerio Público solicitó prisión preventiva para 62 de los 70 imputados, mientras que otros seis obtuvieron arresto domiciliario total por razones humanitarias y su colaboración. El tribunal fijó 300 días como plazo de investigación.
Según el fiscal Pastén, algunos de los depósitos en las cuentas de los acusados estarían relacionados con el ingreso ilegal de objetos y la venta de celulares al interior de los recintos penitenciarios. Además, la Fiscalía informó que hay más funcionarios de Gendarmería bajo investigación, luego de que algunos imputados aportaran antecedentes sobre sus colegas.
La Operación Apocalipsis es considerada una de las mayores investigaciones de corrupción en el sistema carcelario chileno en los últimos años, y pone en evidencia las fallas en los controles y la necesidad de reformas profundas para erradicar estas prácticas ilegales.
