Cuando todo parecía perdido para el Levante, con la Real Sociedad más cerca del segundo gol que los locales del empate, la fortuna finalmente sonrió a los de Orriols. Mientras ambos equipos aguardan a sus nuevos técnicos, los interinos Del Moral y Ansotegi afrontaban el partido como una final por la importancia del mismo y como fin de su interinaje.
Kubo se reencontró con el gol en el añadido del primer tiempo, un mazazo pese a un arranque convincente de los granotas. Tras el descanso, los txuri-urdin merodeaban el segundo y Mathew Ryan sostenía a los locales. Al filo del final, el fútbol se puso de cara para el Levante tras meses dándole la espalda. Mariezkurrena pagó la novatada y derribó a Carlos Álvarez en el área, Dela asumió la responsabilidad desde los once metros y acertó para igualar el marcador.
El Levante entró en el partido con personalidad, tratando de tener el balón para demostrar la importancia del encuentro, catalogado de final por Álvaro del Moral. En realidad, su final, como la de Ansotegi, con sus recambios a la vuelta de la esquina. Oyarzabal, que entró entre algodones en el once, pese a todavía ir al trantrán, tuvo la primera gran ocasión de la tarde.
Comenzaba a despertar la Real Sociedad, con Kubo y Guedes activos por fuera y la presión constante de Gorrotxategi, que mordía y robaba pese a no estar fino en el pase. Marín protagonizó un par de intentos desde la frontal y Jon Martín rozó el primero con un testarazo a centro de Sergio Gómez.
Las ocasiones del Levante se limitaban a una contra de Víctor García, un disparo lejano de Carlos Álvarez y una presión de Iván Romero sobre Remiro que cerca estuvo de acabar en susto. Inmediatamente después, llegó la contra de la Real Sociedad para encarrilar el partido. Oyarzabal apretó y abrió a Guedes, que la puso al segundo palo y apareció Kubo, libre de marca y vestido de oportunista, para hacer el primer gol de su carrera de cabeza en la última acción del primer tiempo.
Con más colmillo salió el Levante de vestuarios, con dos buenas opciones de Pablo Martínez, especialmente la primera tras una pillería de Carlos Álvarez. Pero era Ryan el que sostenía al equipo con sus paradas. Oyarzabal tuvo dos clarísimas, Jon Martín volvió a coquetear con el gol y Kubo obligó al australiano a volar para evitar su segundo. Hasta que, ya en el descuento, la suerte sonrió por fin al Levante. Carlos Álvarez, medio cojo acalambrado por el esfuerzo, recogió un rechace en la frontal, encaró hasta meterse dentro del área y el joven Mariezkurrena lo derribó. Dela a los once metros. Gol. Quizá un punto de inflexión.
