Migrantes en Estados Unidos, desesperados por el temor a la deportación, están otorgando la tutela legal de sus hijos a familiares y allegados, según un informe de la fundación de Nora Sándigo, una nicarag ense naturalizada estadounidense.
Sándigo, a través de su organización en Miami, se ha convertido en la tutora legal de cerca de 350 menores estadounidenses y 137 nacidos en el extranjero cuyos padres migrantes le han confiado la custodia de sus hijos. Esta práctica se ha vuelto cada vez más común entre las familias inmigrantes que temen ser deportadas y quieren asegurarse de que sus hijos queden bajo el cuidado de personas de confianza.
"Muchos padres me han dicho que prefieren que sus hijos se queden con un familiar o amigo de confianza a que los separen de ellos si son deportados", explica Sándigo. "Es una situación desesperada, pero es la única forma de garantizar que sus hijos no terminen en hogares de acogida o en manos de las autoridades migratorias".
La organización de Sándigo, llamada Fundación para la Defensa de los Derechos Humanos, ha estado brindando asesoría legal y apoyo a las familias migrantes que enfrentan este dilema. Además de gestionar las tutelas, también ayuda a los padres a redactar testamentos y a designar a un tutor legal para sus hijos en caso de deportación.
"Es una situación muy complicada y dolorosa para estas familias. Nadie debería tener que elegir entre permanecer con sus hijos o enviarlos a vivir con otros para protegerlos", lamenta Sándigo. "Lamentablemente, es la única opción que les queda a muchos padres migrantes en Estados Unidos".
Según datos del gobierno estadounidense, en los últimos años se han deportado a cientos de miles de inmigrantes, lo que ha obligado a muchos a tomar medidas desesperadas para mantener a sus hijos a salvo. Organizaciones como la de Sándigo han denunciado reiteradamente las políticas migratorias del país como "inhumanas" y han exigido soluciones que protejan a las familias.












