El Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó miles de archivos relacionados con Jeffrey Epstein, el magnate condenado por delitos sexuales conocido por sus vínculos con figuras políticas y empresariales. Sin embargo, la divulgación de estos documentos ha estado plagada de controversia.
Según la información, la publicación de los archivos de Epstein fue resultado de la presión ejercida por el Congreso sobre el gobierno del expresidente Donald Trump, quien fue señalado como cercano al magnate fallecido. Inicialmente, la administración Trump prometió divulgar exhaustivamente los documentos, pero luego cambió abruptamente de postura, generando sospechas en la población.
Finalmente, el Congreso aprobó una ley que obligaba a la administración Trump a publicar los archivos. No obstante, el Departamento de Justicia anunció que no divulgaría todos los documentos, alegando la necesidad de proteger la identidad de las víctimas. Además, los archivos compartidos presentaban numerosas tachaduras que el Congreso calificó de incoherentes, lo que generó sospechas sobre una posible intención del gobierno de ocultar información.
Varios medios destacaron la escasa mención del nombre y la presencia del expresidente Trump en los documentos iniciales, a pesar de que él y Epstein compartieron múltiples encuentros en la década de 1990 y principios de la de 2000. Esto ha llevado a que numerosas víctimas exijan respuestas sobre si Trump conocía las actividades que el magnate podría haber estado planificando.
La falta de transparencia y las inconsistencias en la divulgación de los archivos de Epstein han generado una crisis de confianza en el gobierno de Trump, quien ahora enfrenta duras críticas y cuestionamientos sobre su posible complicidad en el escándalo.
