El Gobierno anunció que ingresará a principios de enero una reforma constitucional para que Gendarmería pase a depender directamente del Ministerio de Seguridad Pública, luego de que una investigación revelara una red de corrupción al interior de las cárceles.
El ministro de Seguridad, Luis Cordero, explicó que esta reforma es "indispensable" y "necesaria" para resolver un problema que ha aquejado al país durante muchos años. La idea es que la próxima administración reciba este tema resuelto y pueda enfocar sus esfuerzos en la implementación.
La investigación que destapó la corrupción en Gendarmería determinó que 44 funcionarios de la institución operaban una red que introducía elementos prohibidos a las cárceles a cambio de sobornos. Esto llevó al Gobierno a tomar la decisión de impulsar esta reforma constitucional.
Según Cordero, el cambio estructural no implicará pérdida de beneficios ni derechos para los funcionarios de Gendarmería, sino que les dará una "connotación distinta" y una "dimensión de derecho algo más robusta". Sin embargo, una de las consecuencias directas será que la institución ya no podrá tener asociaciones de funcionarios, algo "obvio" para una entidad de orden y seguridad pública.
El ministro enfatizó que es importante que esta reforma se apruebe durante la actual administración, para que la próxima pueda iniciar su gestión en materia de seguridad pública con este tema resuelto. El proyecto de reforma constitucional será ingresado en las primeras semanas de enero, cuando se reanude el trabajo legislativo.











