La Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia se encuentra en medio de una disputa por la elección de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el máximo ente electoral del país. Las principales bancadas, Unidad y Libre, están pugnando por asegurarse "cuotas" de representación en este organismo, lo que ha empantanado el proceso.
Según información filtrada a través de diversos grupos de periodistas, ya se habrían conocido las planchas de candidatos propuestas por ambas fuerzas políticas. Sin embargo, las negociaciones entre ellas no han logrado llegar a un acuerdo, impidiendo que se concrete la elección de los nuevos vocales del TSE.
El control del Tribunal Supremo Electoral es un objetivo clave para los partidos, ya que este ente es el encargado de organizar y supervisar los procesos electorales en Bolivia. Tanto Unidad como Libre buscan asegurarse una cuota de poder dentro de esta institución, lo que les permitiría influir en futuras contiendas electorales.
La disputa por las "cuotas" en el TSE se enmarca en un contexto político tenso en Bolivia. Las elecciones generales del país están previstas para octubre de 2025, por lo que los partidos ya han comenzado a posicionarse y a trazar sus estrategias de cara a ese importante proceso.
Analistas políticos señalan que la incapacidad de los legisladores para llegar a un acuerdo sobre la elección de los vocales del TSE pone en evidencia la polarización y la falta de consensos en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Esto podría tener repercusiones en el funcionamiento y la credibilidad del máximo ente electoral boliviano.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el estado de las negociaciones y el avance del proceso de elección de los vocales del Tribunal Supremo Electoral. Sin embargo, la presión de la opinión pública y de la comunidad internacional podría llevar a las bancadas a buscar una solución que permita desbloquear esta situación.
