Un destacado inversor y empresario brasileño se encuentra envuelto en una dramática disputa familiar, luego de que intentara obtener la interdicción de su hijo, a quien acusa de malgastar su cuantiosa herencia.
Según los documentos judiciales a los que tuvo acceso este medio, el magnate de 78 años, cuya identidad no ha sido revelada para preservar la privacidad de la familia, ha solicitado a la Justicia que le conceda la tutela legal de su hijo de 35 años, a quien describe como un "gastón" que ha estado dilapidando sin control la fortuna que le fue legada.
En la demanda, el padre alega que el joven ha estado llevando un estilo de vida desenfrenado, con gastos exorbitantes en lujosos autos, propiedades, viajes y otras actividades de ocio, poniendo en riesgo el patrimonio familiar que le corresponde como heredero.
"Mi hijo ha estado actuando de manera irresponsable e irracional con el dinero. En lugar de administrarlo de manera prudente, lo está despilfarrando en caprichos y excesos que no tienen justificación", señaló el empresario en declaraciones citadas en los documentos judiciales.
El inversionista, cuya fortuna se estima en varios cientos de millones de dólares, argumenta que su hijo carece de la madurez y las habilidades necesarias para gestionar adecuadamente dicha riqueza, por lo que solicita asumir el control total sobre sus finanzas y bienes.
Según los registros, el joven habría gastado en los últimos años decenas de millones de dólares en propiedades de lujo, automóviles deportivos de alta gama, viajes alrededor del mundo y otras adquisiciones ostentosas, sin mostrar signos de moderación o responsabilidad.
"Es una situación verdaderamente lamentable. Este joven ha tenido la oportunidad de heredar una fortuna que le hubiera permitido vivir cómodamente el resto de su vida, pero en lugar de eso, la está dilapidando de manera irresponsable", comentó un abogado familiarizado con el caso, quien pidió mantener el anonimato.
La demanda de interdicción presentada por el padre alega que el hijo carece de la capacidad mental y emocional necesaria para administrar adecuadamente sus finanzas, y que sus gastos desmedidos ponen en riesgo el patrimonio familiar que le corresponde como heredero.
Si el tribunal accede a la solicitud, el padre asumiría el control total sobre los bienes y las decisiones financieras del hijo, con el objetivo de preservar la fortuna familiar y evitar que siga siendo dilapidada.
El caso ha generado gran revuelo en los círculos empresariales y sociales de Brasil, donde se discute si esta medida extrema es justificada o si representa un abuso del poder patriarcal. Algunos expertos en derecho de familia han cuestionado si el padre tiene suficientes argumentos para privar a su hijo de la autonomía sobre su herencia.
Por el momento, el tribunal competente deberá evaluar cuidadosamente las pruebas presentadas y determinar si procede o no la interdicción solicitada por el millonario padre. Sin duda, este caso pone de manifiesto los desafíos y tensiones que pueden surgir en torno a la transmisión generacional de la riqueza en familias de alto poder adquisitivo.











