El Colegio Santa Elena en Uruguay implementó una política de prohibir el uso de teléfonos móviles durante el horario de clases, y según un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd), la medida ha tenido un impacto positivo en diversos aspectos del proceso educativo.
El documento recoge testimonios de estudiantes, familias, docentes y equipos técnicos sobre los efectos de esta política institucional, que buscaba resolver problemas como la constante distracción en las aulas, el aislamiento de los estudiantes durante los recreos y el uso inadecuado de los dispositivos para bromas y acoso.
Según el informe, existe un "amplio consenso" en que la medida fue positiva, generando transformaciones evidentes en el clima escolar, la convivencia y las dinámicas pedagógicas. Los docentes destacan mejoras en la atención y participación de los alumnos (87%), en la promoción del intercambio y la socialización (83%) y en el clima de aula (63%).
Los propios estudiantes perciben que se distraen menos en clase (40%) y que sus calificaciones han mejorado. Además, el 65% dice relacionarse más con sus compañeros durante los recreos y el comedor, mientras que un 35% admite aburrirse más en su tiempo libre.
Las familias también resaltan los beneficios, con un 95% señalando una mejora en la concentración en clase y un 91% destacando la mejora en la convivencia.
Sin embargo, el informe también identifica algunos desafíos y tensiones generados por la medida. Algunos estudiantes, sobre todo de grados superiores, la perciben como un castigo y extrañan la comunicación con sus familias durante el horario escolar. Además, la falta de celulares ha traído nuevos problemas, como la insuficiencia de recursos informáticos en el colegio y una mayor inquietud de los alumnos durante las clases.
Algunos docentes sugieren que la prohibición total, si bien es efectiva para el control, no educa en el uso responsable de la tecnología, y plantean la necesidad de aplicar la medida con cierto grado de flexibilidad, así como de fomentar espacios pedagógicos que enseñen sobre el uso crítico y seguro de las tecnologías.
En general, el informe concluye que la medida ha sido positiva, pero resalta la importancia de considerar estos desafíos y tensiones al momento de evaluar su continuidad en el futuro.











