En un nuevo capítulo del escándalo que sacude al fútbol argentino, la Justicia allanó este martes las oficinas de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y varios clubes del país por sospechas de lavado de activos y evasión fiscal. La ofensiva judicial se produce en medio de un pulso entre el dirigente del fútbol local, Claudio "Chiqui" Tapia, y el presidente Javier Milei.
Las fuerzas de seguridad realizaron una serie de operativos en distintos puntos del país, incluyendo la sede de la AFA en Ezeiza, en el marco de una investigación por presuntas maniobras de blanqueo de capitales y evasión impositiva. Según trascendió, los allanamientos también alcanzaron a varios clubes de primera división, aunque por el momento no se han dado a conocer los nombres de las instituciones involucradas.
La acción judicial se enmarca en una disputa más amplia entre el gobierno y la dirigencia futbolística. Por un lado, el presidente Javier Milei ha sido muy crítico con el manejo de los recursos en el fútbol argentino, denunciando supuestas irregularidades y reclamando mayor transparencia. Por el otro, Claudio Tapia, titular de la AFA, ha chocado en reiteradas ocasiones con las autoridades por cuestiones como los derechos de televisación y la distribución de fondos.
"Estamos ante un conflicto de poderes que trasciende lo meramente futbolístico", explicó un analista consultado por este medio. "Milei ve en la AFA un blanco propicio para demostrar su discurso anticorrupción, mientras que Tapia intenta defender un statu quo que le ha permitido mantener un férreo control sobre el negocio del fútbol".
Los allanamientos de este martes son solo la punta del iceberg de una investigación que, según trascendió, lleva varios meses en curso. Las autoridades judiciales buscan determinar el origen de importantes sumas de dinero que habrían sido blanqueadas a través de operaciones vinculadas al fútbol profesional.
"No es la primera vez que se señala a la AFA por este tipo de prácticas, pero esta vez parece haber evidencia concreta que justifica la intervención de la Justicia", comentó un experto consultado. "El fútbol argentino es un mundo opaco donde han proliferado los manejos turbios, y ahora parece que se está levantando la alfombra".
Más allá de las implicancias legales, el escándalo también tiene un fuerte impacto político. La pulseada entre Milei y Tapia se enmarca en una disputa más amplia por el control de uno de los negocios más jugosos del país. Y en ese contexto, la Justicia parece haber tomado partido al iniciar esta ofensiva contra la cúpula dirigencial del fútbol argentino.












