El gobierno de Uruguay y la Intendencia de Montevideo están avanzando con un ambicioso proyecto para transformar el transporte público de la capital, que incluye la implementación de un sistema de Bus de Rápido Tránsito (BRT) eléctrico y de alta capacidad en dos de las principales avenidas de la ciudad: 8 de Octubre y la avenida Italia.
La iniciativa, que ya cuenta con US$ 800 millones en financiamiento proveniente de préstamos de bancos internacionales, también contempla la construcción de un extenso túnel por la Avenida 18 de Julio, una de las arterias más transitadas del centro de Montevideo.
Si bien el proyecto promete mejorar significativamente la movilidad en la capital, no está exento de desafíos y preocupaciones por parte de comerciantes y usuarios del transporte público. Durante el periodo de construcción, que se estima durará varios meses, se prevé un importante impacto en el tránsito y el funcionamiento de los negocios ubicados en las zonas afectadas.
Federico Celsi, propietario del Bar Facal e integrante del Grupo Centro, expresó que en el colectivo de comerciantes hay "posturas divergentes" respecto a las obras, ya que temen que puedan verse seriamente afectados durante la ejecución del proyecto. "Si te dicen que el periodo de obra son tres años, no hay empresa que aguante. Cerrás y a los tres años ves si podés abrir", señaló.
Por su parte, Marcelo Lombardi, gerente general del shopping Tres Cruces, reconoció que la obra tendrá una "afectación" durante su construcción, pero consideró que, una vez finalizada, será "muy buena" para los pasajeros al unificar en un solo punto el transporte urbano, metropolitano y nacional.
El intendente de Montevideo, Mario Bergara, aseguró que el Estado deberá compensar a los negocios afectados por las obras, aunque aún no se han definido los detalles de cómo se implementará dicha compensación.
Más allá de las preocupaciones, la mayoría de los actores consultados coinciden en que, a pesar de los desafíos que implicará la "megaobra", el proyecto tiene el potencial de transformar positivamente el transporte en Montevideo a largo plazo. Sin embargo, el éxito de la iniciativa dependerá de una adecuada planificación y comunicación con la ciudadanía para minimizar los impactos durante la construcción.









