El pueblo mágico de Pátzcuaro, en el estado de Michoacán, se ha convertido en un destino imprescindible durante la temporada navideña gracias a su imponente Nacimiento Monumental. Esta tradición, que se instala cada año en la Plaza Vasco de Quiroga, es única en México por su tamaño, detalles y la diversidad de artesanías que lo componen.
Según el secretario de Turismo de Michoacán, Roberto Monroy García, este estado es el que más variedad de artesanías produce en todo el país, y muchas de ellas están representadas en este nacimiento gigante. Elaborado por artesanos locales, el Nacimiento Monumental de Pátzcuaro se compone de 26 piezas que recrean el nacimiento de Jesús y otros elementos típicos de la región.
La mayoría de las figuras están hechas de hojas secas de chuspata, o tule, entretejidas de forma impresionante. Entre ellas destacan las de la Virgen María, San José, los Reyes Magos y el ángel Gabriel, todas de 5 metros de altura, colocadas en un kiosco de madera con pilares tallados. Incluso los animales de los Reyes Magos, siendo el elefante la pieza más grande con 7 metros de altura, forman parte del elaborado montaje.
Pero el Nacimiento Monumental de Pátzcuaro no solo impresiona por su tamaño, sino también por la diversidad de artesanías que lo componen. Además de las figuras de tule, se pueden encontrar piezas de barro moldeado, textiles, máscaras de madera y popotillo de grano de maíz, así como personajes de danzas tradicionales del estado, como los tlahualiles de Sahuayo, los viejitos de Jarácuaro, las aguadoras de Uruapan y los cuerudos de Apatzingán.
Esta tradición navideña se instaló por primera vez en 2016 y, desde entonces, se ha convertido en un atractivo imprescindible para los visitantes del pueblo mágico. El Nacimiento Monumental de Pátzcuaro fue inaugurado el 7 de diciembre y, aunque no se ha informado una fecha exacta de retiro, se espera que sea un día después del Día de Reyes.
