La economía mexicana volvió a presentar una contracción en noviembre, después de una ligera recuperación en el mes previo, según el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) estimó una caída mensual de 0.2%, lo que marca el quinto mes de retroceso en el año.
Los pronósticos del IOAE para octubre y noviembre prevén un crecimiento limitado hacia el final del 2025, con una comparación anual que prácticamente no registraría variación. Esto se debe a la debilidad persistente en el sector industrial y un comportamiento moderado en las actividades de servicios y comercio.
En el caso de las actividades secundarias, que engloban a las industrias, se prevé una caída mensual de 0.3% en noviembre. Mientras que en las actividades terciarias, donde se encuentran los servicios, la contracción habría sido de 0.1%. Estas cifras reflejan una ralentización en los principales grupos de actividades económicas.
Ante este panorama, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el cierre de 2025 se ubicaría por debajo del pronóstico oficial del gobierno federal, que esperaba un rango entre 0.5% y 1.5%. Analistas como Gabriela Siller, de Banco Base, estiman que el PIB anual podría crecer solo 0.44%, muy por debajo de las expectativas iniciales.
Los factores que han limitado el desempeño de la economía mexicana incluyen la incertidumbre por la renegociación del tratado de libre comercio, los efectos de la Reforma Judicial y la desaparición de organismos autónomos, así como la dependencia del gas natural para la generación eléctrica y la actividad industrial.
Con este escenario, el cierre de 2025 se perfila como un periodo de debilidad económica para México, lo que representa un desafío para la nueva administración de Claudia Sheinbaum, quien asumió la presidencia este año.









