La siniestralidad vial en Guatemala ha alcanzado niveles alarmantes durante el 2025, según datos del Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito. Entre el 1 de enero y el 14 de diciembre de este año, se registraron 8,428 hechos de tránsito, un 6.2% más que los 7,936 ocurridos en el mismo período de 2024.
Este preocupante incremento en los accidentes de tránsito pone en evidencia la falta de educación vial entre los guatemaltecos. Expertos consultados en el programa Impacto Directo de Guatevisión coincidieron en que no basta con imponer multas, sino que se requiere una transformación cultural desde el hogar y las escuelas.
Las principales causas de estos percances son el irrespeto a las señales de tránsito, los límites de velocidad y los semáforos. Además, se identifican patrones de comportamiento agresivo al volante, frustración por las largas horas atrapados en el tráfico y la falta de empatía entre conductores, lo que desemboca en peleas, discusiones e incluso agresiones físicas.
Uno de los datos más alarmantes es que los motociclistas continúan siendo el grupo más vulnerable. En 2025, hubo 6,596 motocicletas involucradas en hechos de tránsito, con un saldo de 1,320 fallecidos y 5,710 lesionados.
Nydia González, mercadóloga y coach de vida, destacó la carencia de cultura vial como un problema de fondo, mientras que el internacionalista Herman Galindo señaló que el aumento del parque vehicular es inevitable, pero la clave está en enseñar a conducir con responsabilidad.
Otro factor agravante es la mala infraestructura vial, con zonas que carecen de señalización, pasos peatonales o semáforos visibles. Además, los expertos coinciden en que sin sanciones firmes y visibles, los conductores no modificarán su comportamiento.
Los datos son contundentes: la siniestralidad vial en Guatemala ha crecido de forma preocupante durante 2025, con un aumento del 6.2% en los hechos de tránsito y un alarmante impacto en la seguridad de los motociclistas. Urge una acción integral que aborde la educación vial, la mejora de la infraestructura y la aplicación de sanciones, con el fin de revertir esta tendencia y garantizar la seguridad de todos los usuarios de las vías.
