El pasado jueves, el Cuerpo de Bomberos de Santiago sufrió una trágica pérdida. Paul Valenzuela Muñoz, un voluntario de 36 años con ocho años de servicio, falleció mientras combatía un incendio estructural en una antigua vivienda ubicada en la intersección de avenida España con Domeyko, en la comuna de Santiago.
Valenzuela pertenecía a la Sexta Compañía de Bomberos y era casado y padre de familia. Según la información oficial, el siniestro afectó a una casa de estructura antigua, denunciada previamente por vecinos como un posible cité o toma, donde residirían varias personas.
Durante las labores de contención del fuego, se produjo un colapso estructural que alcanzó a tres voluntarios. Dos de ellos lograron apartarse a tiempo y resultaron con lesiones leves, mientras que Valenzuela quedó atrapado bajo el muro derrumbado.
Pese a los esfuerzos de reanimación de sus compañeros y del personal de emergencia, el bombero falleció en la Mutual de Seguridad, adonde fue trasladado de urgencia.
El Cuerpo de Bomberos de Santiago emitió un comunicado destacando el compromiso, la vocación de servicio y la entrega del voluntario fallecido. La tragedia ha dejado una profunda huella en la institución, que conoce demasiado bien este tipo de situaciones, pero que nunca se vuelven costumbre.
La muerte de Paul Valenzuela Muñoz es un duro recordatorio de los riesgos que enfrentan los bomberos voluntarios en el cumplimiento de su deber. Su sacrificio y dedicación serán recordados por la comunidad, y su legado seguirá inspirando a quienes se unen a las filas de esta noble profesión.
