El papa León XIV ha nombrado a Ronald A. Hicks como el nuevo arzobispo de la ciudad de Nueva York, en sustitución del cardenal Timothy Dolan, quien presentó su renuncia al cargo. Hicks, de 58 años, nació en Chicago y hasta ahora se desempeñaba como obispo de la Diócesis de Joliet.
La designación de Hicks al frente de la arquidiócesis de Nueva York, una de las más influyentes de Estados Unidos, tiene un peso especial dentro de la Iglesia católica en el país. Tradicionalmente, quienes ocupan este cargo suelen ser considerados posteriormente para el cardenalato.
Monseñor Hicks es conocido por su perfil pastoral marcado por el trabajo social, el enfoque en la justicia social y la defensa de los migrantes. Esta línea se alinea con la visión del papa León XIV, especialmente en temas de inclusión, acompañamiento a los más vulnerables y cercanía con las comunidades latinas en Estados Unidos.
Hicks fue ordenado sacerdote en 1994 para la arquidiócesis de Chicago y a lo largo de su ministerio ha ocupado diversos cargos pastorales y académicos. Uno de los aspectos más relevantes de su trayectoria es su trabajo pastoral en México y El Salvador, donde fue director regional de la organización Nuestros Pequeños Hermanos, dedicada a la atención de niños huérfanos y en situación de vulnerabilidad.
Esta experiencia fortaleció su cercanía con comunidades migrantes y población latina, así como su compromiso con los sectores más pobres y marginados. Según medios locales, Hicks es de "corte ortodoxo, conocedor del mundo hispano y con un perfecto español, además de estar abierto a la misa tradicional".
Ahora, Hicks enfrentará retos importantes en la arquidiócesis de Nueva York, como la escasez de vocaciones. Sin embargo, su perfil pastoral y su alineamiento con la visión del papa León XIV lo posicionan como un líder clave para la Iglesia católica en Estados Unidos.












