El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció este miércoles el fin de la subvención de los combustibles y remarcó la importancia de "sincerar" los precios de los hidrocarburos en el país. La medida, que forma parte de un paquete de reformas económicas, busca restablecer la estabilidad y la inversión en Bolivia.
Paz, rodeado de sus ministros, emitió un decreto en el que declaró la "emergencia económica, energética, financiera y social" y anunció una serie de medidas, entre ellas el incremento en los precios de la gasolina, que pasará a costar 6,96 bolivianos por litro, equivalente a un dólar, mientras que la gasolina premium estará a US$1,58 y el litro de diésel a US$1,40.
La decisión fue recibida con incertidumbre y críticas por parte de los bolivianos, quienes formaron largas filas en las gasolineras para abastecerse de combustible. Los sindicatos de transportistas respondieron con amenazas de protestas, mientras que desde la poderosa Central Obrera Boliviana (COB) anunciaron un encuentro de emergencia para este viernes para analizar acciones contra lo que consideraron un "gasolinazo".
Sin embargo, la medida también ha sido bien recibida por líderes políticos como el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el empresario Samuel Doria Medina, quienes la calificaron de "necesaria" y "un cambio de rumbo" para el país.
El Departamento de Estado de Estados Unidos también respaldó las reformas anunciadas por el presidente Paz, definiéndolas como "esfuerzos históricos" para abrir Bolivia al mundo y sentar las bases para un futuro más próspero y seguro para los bolivianos.
Para compensar la quita de subsidios, el gobierno de Bolivia anunció un incremento del salario mínimo en un 20%, pasando de 2.750 a 3.300 bolivianos (de US$395 a US$474), así como un aumento de los bonos sociales para adultos mayores y estudiantes.
Además, Paz busca atacar el problema de la escasez de dólares en el país a través de un "régimen extraordinario de repatriación de capitales con 0% de impuestos" y la liberación de las exportaciones, entre otras medidas.
"Bolivia tocó fondo, pero cuando un país toca fondo solo le queda subir y Bolivia va a subir, aunque a algunos les duela", cerró el mandatario.
