El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un nuevo giro a su legado político al lograr que la junta directiva del Centro Kennedy de Washington, el principal centro de artes escénicas del país, vote de manera unánime para cambiar el nombre de la institución por "Centro Trump-Kennedy".
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció en redes sociales que este cambio se debe a "la increíble labor que el presidente Trump ha realizado durante el último año para salvar el edificio". Además, la funcionaria agregó que "¡Felicidades al presidente Donald J. Trump, y también al presidente Kennedy, porque este será un equipo verdaderamente excepcional en el futuro!".
El nombre del Centro Kennedy fue establecido por ley, por lo que un cambio de estas características debería pasar por el Congreso, donde los republicanos tienen mayoría. Sin embargo, Trump ha logrado tomar el control de la institución al destituir a la junta directiva original y reemplazarla con sus propios aliados, proclamándose a sí mismo como el presidente de la organización.
Bajo el liderazgo de Trump, el Centro Kennedy ha experimentado una serie de cambios significativos. El mandatario ha ordenado eliminar el contenido "woke" (progresista) de la programación de la institución y ha prometido una profunda renovación del edificio, incluyendo la instalación de nuevas butacas.
Además, Trump se ha autonombrado presentador de la gala de los Premios del Centro Kennedy 2025, en la que se entregaron reconocimientos a figuras como Sylvester Stallone, Gloria Gaynor y Kiss.
La toma de control del Centro Kennedy es solo uno de los cambios que Trump ha introducido en la capital estadounidense para dejar su huella. El presidente, antiguo magnate inmobiliario, también ha ordenado una profunda remodelación de la Casa Blanca, con la construcción de un gran salón de baile que implicó el derribo del Ala Este de la mansión, y planea la construcción de un arco de triunfo en una de las entradas de Washington.
Asimismo, Trump ha rebautizado con su nombre el Instituto de la Paz de Estados Unidos e iniciado una campaña de revisión de los contenidos del Instituto Smithsonian, que gestiona los grandes museos de la capital, para que se alineen con sus visiones políticas.
Estos movimientos de Trump han generado controversia y preocupación entre aquellos que temen que el presidente esté utilizando su poder para imponer su agenda personal y dejar una marca indeleble en la capital del país.











