Blooming se enfrenta a Bolívar este jueves en la revancha de las semifinales de la Copa Bolivia, con la obligación de presentarse para evitar sanciones de la Federación Boliviana de Fútbol. Sin embargo, el panorama previo al encuentro se ha tornado crítico debido a problemas extradeportivos.
El plantel celeste tenía previsto viajar la noche del miércoles rumbo a La Paz, pero la delegación no abordó el vuelo. Según un integrante del equipo, la razón fue el incumplimiento en el pago de salarios por parte de la dirigencia, lo que generó malestar en el grupo y obligó a frenar la logística prevista para el partido decisivo.
La deuda asciende a dos meses de salarios, una situación que ha complicado aún más la situación, ya que ninguna de las aerolíneas que operan la ruta Santa Cruz La Paz cuenta con espacios disponibles, lo que dificulta una eventual reprogramación del viaje.
Ahora la responsabilidad recae en la dirigencia de Blooming, que deberá cumplir con sus obligaciones económicas o alcanzar un acuerdo urgente para que el equipo pueda trasladarse y presentarse al compromiso. De lo contrario, enfrentarían sanciones que podrían ir desde la pérdida del partido hasta consecuencias mayores, incluso deportivas, por no comparecer.
En el plano futbolístico, el técnico Mauricio Soria recupera a varios jugadores, pero también tendrá algunas bajas. Por su parte, Bolívar, que avanzará a la final con cualquier triunfo, también contará con algunas ausencias. El ganador de esta llave enfrentará en la final al vencedor del cruce entre Nacional Potosí y The Strongest.
La crisis económica que atraviesa Blooming ha puesto en jaque su participación en la semifinal de la Copa Bolivia, evidenciando los problemas que pueden enfrentar los clubes bolivianos cuando no cumplen con sus obligaciones salariales. El partido del jueves será un verdadero desafío tanto en lo deportivo como en lo institucional para el conjunto cruceño.
