El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostuvo una reunión urgente con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para denunciar la escalada de amenazas de Estados Unidos contra su país y los riesgos que esto implica para la paz de la región.
Durante la conversación telefónica, Maduro expuso el "asedio político, diplomático y económico" que sufre Venezuela, así como una "campaña de falsedades y amenazas militares" que incluye actos de "piratería moderna", como el reciente asalto a un buque que transportaba crudo venezolano.
El mandatario venezolano calificó las recientes declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, como de un inaceptable "carácter colonial", al atribuirle a su país la propiedad del petróleo, las riquezas naturales y el territorio de Venezuela.
Según el comunicado del Gobierno venezolano, Guterres reafirmó su apego a los principios de la Carta de la ONU y al derecho internacional, expresó su solidaridad con el pueblo venezolano y advirtió que un conflicto armado en la región "carecería de justificación y tendría consecuencias graves para la estabilidad regional".
El secretario general de la ONU informó que dará seguimiento a la situación y que la abordará en el Consejo de Seguridad, promoviendo la desescalada y privilegiando siempre la diplomacia, el diálogo y la solución pacífica de las controversias.
Las amenazas de Trump fueron respaldadas por el alto funcionario estadounidense Stephen Miller, quien también se refirió a la industria petrolera venezolana como propiedad de Estados Unidos.
Ante este escenario, Maduro ratificó el compromiso de Venezuela con una "diplomacia digna, el diálogo y la defensa de la paz", en contraposición a lo que calificó como una "diplomacia de la barbarie" por parte de Estados Unidos.
La tensión entre Venezuela y Estados Unidos se ha intensificado en los últimos años, con acusaciones mutuas y sanciones económicas que han agravado la crisis política y económica que vive el país sudamericano.











