El consumo excesivo de alcohol durante las fiestas de fin de año se traduce en un incremento de hasta 40% en las atenciones por intoxicación alcohólica en el Hospital Infantil Universitario de San José, según un análisis técnico realizado por la institución.
La toxicóloga clínica Dra. Olga Melo advierte que muchas de las prácticas populares para "curar" la resaca, como tomar más alcohol, consumir café o comidas grasosas, e incluso automedicarse, lejos de aliviar los síntomas, pueden empeorar la condición y aumentar los riesgos para la salud.
"Es común observar que muchas personas recurren a consumir alcohol al otro día para que la persona vuelva a estar como 'prendida' y así mejoran los síntomas del guayabo. Sin embargo, esta práctica solo prolonga el guayabo y además puede aumentar la toxicidad del hígado", explica la especialista.
Asimismo, advierte sobre el peligro de mezclar alcohol con medicamentos, energizantes o sustancias psicoactivas, una práctica cada vez más extendida entre los jóvenes y que incrementa significativamente los riesgos de complicaciones cardíacas, neurológicas y hepáticas.
En contraste, las recomendaciones basadas en evidencia científica incluyen la hidratación adecuada, el descanso y el consumo de alimentos suaves y ricos en carbohidratos. Además, se enfatiza en la importancia de buscar atención médica inmediata ante signos de alarma como confusión, somnolencia extrema, vómito persistente o con sangre, convulsiones, dificultad para respirar o dolor abdominal intenso.
"El guayabo no es un simple malestar pasajero; implica deshidratación, alteraciones metabólicas y una sobrecarga tóxica del organismo. Las prácticas populares para 'curarlo' no solo fracasan, sino que pueden agravar el cuadro clínico", concluye la Dra. Melo.
La invitación es a celebrar con responsabilidad, informarse adecuadamente y adoptar hábitos conscientes que prioricen la salud y el bienestar durante las festividades de mayor consumo de alcohol.












