Un hombre de nacionalidad paraguaya deberá abandonar Argentina después de cumplir una condena de 4 años de prisión por delitos de portación de arma de fuego, amenazas y desobediencia a la autoridad. Además, otro ciudadano paraguayo acusado de abuso sexual infantil en Buenos Aires fue extraditado recientemente tras casi 7 años de búsqueda, gracias a la cooperación entre fuerzas policiales de ambos países.
La deportación del primer condenado fue ordenada en el marco del cumplimiento de la Ley de Migraciones. La investigación determinó que el acusado tenía en su poder una pistola calibre 9 mm con pedido de secuestro desde 2021. Según las fuentes, el hombre apuntó y gatilló 4 veces contra personal policial en el barrio 31 de Retiro, pero no efectuó disparos. Después de estar prófugo durante un año, fue detenido y condenado mediante un juicio abreviado.
Por otro lado, hace unos meses se concretó la extradición de un ciudadano paraguayo de 44 años acusado de abuso sexual infantil en la Ciudad de Buenos Aires. La investigación judicial se inició en 2018 cuando la madre de la víctima denunció que el imputado había engañado a su hija para que ingresara a su domicilio y la abusara. Tras casi 7 años de búsqueda, el sospechoso fue localizado e identificado por la policía paraguaya, lo que permitió su detención y posterior entrega a las autoridades argentinas.
Estos casos evidencian la importancia de la cooperación internacional entre fuerzas de seguridad para perseguir y capturar a delincuentes que cruzan las fronteras. La deportación del primer condenado y la extradición del acusado de abuso sexual infantil demuestran los esfuerzos de Argentina y Paraguay por combatir el crimen transnacional y garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
