En una extensa y reveladora entrevista, el sacerdote jesuita Felipe Berríos, quien fuera sobreseído recientemente de las denuncias de abuso sexual en su contra, abre su corazón y entrega detalles inéditos sobre las acusaciones que enfrentó durante más de 3 años.
Berríos, fundador de la organización Techo y una de las voces más influyentes de la Iglesia chilena, relata cómo se sintió "abandonado" por sus compañeros de la Compañía de Jesús y cómo la Fundación para la Confianza, liderada por el abogado Juan Pablo Hermosilla, lo "desacreditó sistemáticamente".
El sacerdote asegura que nunca hubo "relaciones sexuales, ni consentidas ni obligadas" y que las denuncias en su contra carecen de sustento. Afirma que una de las acusaciones más graves, por un supuesto abuso a una menor de 7 años en la sacristía de un colegio, fue "rechazada por la investigadora".
Berríos también revela que envió una carta de renuncia a la Compañía de Jesús, en la que expresa su "tristeza profunda" por tener que tomar esta decisión, ya que durante todo este proceso se sintió "abandonado" y "deshonrado públicamente" por la propia orden religiosa.
El jesuita sostiene que espera que la investigación y un "juicio transparente en los tribunales ordinarios" puedan demostrar su inocencia, algo que hasta ahora no se le ha permitido. Berríos afirma que ni el derecho canónico ni la forma en que se interpretó cumplieron con los "estándares judiciales convencionales".
La entrevista, realizada por el periodista Cristián Amaya, arroja luz sobre uno de los casos más polémicos y mediáticos que ha enfrentado la Iglesia católica chilena en los últimos años. Las revelaciones de Berríos plantean interrogantes sobre los procesos de investigación y el trato que reciben los acusados dentro de la propia institución eclesiástica.












