Ushuaia, la ciudad más austral de Argentina, está en una encrucijada histórica. Tras años de ser conocida principalmente como la "puerta de entrada" al turismo antártico, ahora aspira a convertirse en el centro logístico y científico de las operaciones en el Continente Blanco.
El potencial de Ushuaia para transformarse en un verdadero "hub" logístico antártico es enorme, pero requiere de un impulso decidido tanto del sector público como del privado. Actualmente, la ciudad se encuentra en desventaja frente a competidores regionales como Punta Arenas, en Chile, que han logrado captar una parte significativa del aprovisionamiento, los servicios de mantenimiento naval y la logística aérea relacionada con la Antártida.
Durante el primer Congreso Antártico realizado en Ushuaia en noviembre de 2025, expertos en logística, ciencia y medio ambiente coincidieron en que el desarrollo de una infraestructura completa y sostenible es fundamental para que la ciudad pueda aprovechar su ventaja geográfica y convertirse en el puerto de operaciones más cercano a la Antártida.
Según los especialistas, un ejemplo del potencial de Ushuaia es Christchurch, en Nueva Zelanda, que abastece solo a cuatro programas antárticos y genera más de US$100 millones anuales en actividad logística, científica y de servicios. Chile, por su parte, da soporte a 24 programas antárticos desde Punta Arenas, con un impacto económico estimado en más de 500 millones de dólares anuales.
En contraste, la Argentina prácticamente no presta servicios completos a ningún programa antártico desde Ushuaia, pese a ser el país con mayor presencia en el continente con 13 bases, 6 de ellas permanentes.
Para revertir esta situación, el gobierno de Javier Milei anunció en 2021 la construcción de un Polo Logístico Antártico que incluiría un Muelle Mixto Antártico Naval y un centro de almacenamiento especializado. Sin embargo, este proyecto -con una inversión estimada de US$300 millones- nunca se concretó.
Más recientemente, en abril de 2024, Milei visitó Ushuaia y reafirmó su compromiso con el desarrollo de la Base Naval Integrada, que tampoco ha mostrado avances significativos ni un calendario de obras. Según el presidente, este proyecto representaría un importante centro logístico que se convertiría en el puerto de operaciones más cercano a la Antártida.
A pesar de estos anuncios, la realidad es que la Argentina tiene un largo y millonario camino por recorrer para convertir a Ushuaia en el verdadero centro logístico y científico de la actividad internacional en la Antártida. El único avance concreto hasta el momento es que el astillero estatal Tandanor concluyó la platea de hormigón para los galpones modulares del Comando Conjunto Antártico.
Sin embargo, la reciente habilitación provisoria para operaciones civiles de la pista de la Base Antártica Petrel marca un hito en la conexión aérea de Tierra del Fuego con la Antártida. Esta infraestructura, que permite la conexión aérea directa, reduce drásticamente los tiempos y los costos operativos que históricamente dependían de los limitados y costosos vuelos militares.
Ushuaia tiene la ventaja geográfica, la experiencia turística y, con la habilitación aérea, la voluntad política e inversiones necesarias de miles de millones de dólares, tendría el camino despejado para pasar de ser "puerta de entrada" a ser el "centro logístico y científico" de la actividad internacional en la Antártida. Pero para ello, el país deberá concretar las inversiones pendientes y aprovechar al máximo su posición estratégica.












