Las fuerzas armadas de Estados Unidos destruyeron este miércoles una nueva lancha supuestamente ligada al narcotráfico en aguas internacionales del Pacífico Oriental y mataron a las cuatro personas que tripulaban la nave.
El ataque fue ejecutado bajo el marco del operativo "Lanza del Sur" y fue ordenado por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, de acuerdo con el Comando Sur por medio de su cuenta oficial de X.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses acompañaron la publicación del ataque con un video donde se observa a un buque en movimiento que resulta impactado.
Este nuevo ataque se produce minutos antes de que el presidente Donald Trump realice un anuncio desde la Casa Blanca, que se supone tendrá un importante acento económico, aunque ha generado creciente interés luego de elevar tensiones con Venezuela al asegurar que el país suramericano ha "robado" petróleo y activos estadounidenses.
De hecho, el martes Trump ordenó incautar todos los petroleros venezolanos sancionados, como hicieron con uno la semana pasada en el Caribe que fue remolcado hasta un puerto estadounidense.
Con este nuevo ataque, ya son más treinta las embarcaciones destruidas y al menos un centenar de personas asesinadas, supuestamente asociadas al crimen organizado, aunque el Gobierno de Donald Trump no ha publicado detalles de sus identidades.
Estados Unidos mantiene una fuerte presencia militar en las costas venezolanas y el mandatario republicano no ha descartado que pronto se realicen ataques a objetivos terrestres justificándose en el combate al narcotráfico.
Estas acciones se enmarcan en la estrategia de "máxima presión" que la administración Trump ha implementado contra Venezuela, incluyendo sanciones económicas, bloqueos comerciales y amenazas de intervención militar.
Analistas señalan que, más allá del supuesto combate al narcotráfico, estos ataques responden a los crecientes roces diplomáticos entre Washington y Caracas, en un momento en que la crisis política y económica en Venezuela se profundiza.
Algunos expertos temen que estos episodios puedan derivar en un conflicto militar de mayores proporciones entre ambos países, con graves consecuencias humanitarias en la región.
Por ahora, el Gobierno de Nicolás Maduro no ha emitido ninguna declaración oficial sobre este último ataque en aguas internacionales. Sin embargo, es de esperar que Venezuela condene enérgicamente esta nueva acción unilateral de Estados Unidos.
