Ousmane Dembélé, la estrella del Paris Saint Germain, vivió una jornada agridulce en la final de la Copa Intercontinental. Luego de una temporada soñada en la que se consagró como uno de los mejores jugadores del mundo al ganar el Balón de Oro y el premio The Best, el delantero francés falló un penal clave que pudo haber dado el título a su equipo.
El partido entre el PSG y Flamengo terminó 1-1 después de los 90 minutos reglamentarios, por lo que la definición del campeón se fue a los penales. Dembélé, que había sido una de las figuras del partido, se paró frente al arco para ejecutar el segundo penal de su equipo. Sin embargo, su remate se fue por encima del travesaño, dejando con vida a los brasileños.
A pesar de este fallo, el PSG logró imponerse en la tanda de penales y consiguió su primer título de la Copa Intercontinental, un trofeo que le había esquivado en el pasado. De esta manera, el conjunto parisino sigue escribiendo una época dorada en el fútbol mundial, con Dembélé como uno de sus máximos exponentes.
El joven atacante, de 25 años, ha tenido una carrera plagada de altibajos, con lesiones y críticas que parecían frenar su progreso. Sin embargo, esta temporada ha sido la de su consagración, con actuaciones de alto nivel que lo han llevado a ser considerado uno de los mejores jugadores del mundo.
A pesar del fallo en el penal, Dembélé puede estar orgulloso de su gran campaña y de haber contribuido al histórico título del PSG en la Copa Intercontinental. Este tropiezo seguramente servirá como motivación para seguir creciendo y consolidarse como una de las grandes figuras del fútbol actual.












