La Comisión Nacional de Béisbol (CNB) de Cuba ha propuesto varios cambios a la estructura y formato de la 64 Serie Nacional, la principal competencia de béisbol del país, lo que ha generado una gran polémica entre los seguidores del deporte.
Uno de los aspectos más controvertidos es la decisión de celebrar únicamente los juegos que definan la clasificación a la postemporada, dejando de lado aquellos que determinen la posición final en la tabla. Esto significa que los equipos no tendrán que jugar todos los partidos programados, lo que para muchos aficionados resta emoción y autenticidad a la competencia.
Otro de los cambios propuestos es la reducción de los cuartos de final y semifinales a series al mejor de cinco juegos, en lugar de las tradicionales series al mejor de siete. Si bien los organizadores argumentan que esto se debe a la necesidad de ajustar el calendario para que los jugadores puedan participar en eventos internacionales como la Serie de las Américas en Panamá, muchos consideran que se está sacrificando la integridad de la Serie Nacional en favor de compromisos foráneos.
Quizás el tema más polémico es la decisión de que los jugadores involucrados en la final de la Serie Nacional no podrán ser convocados para la selección nacional que participará en la Serie de las Américas. Esto ha sido visto por algunos como una injusticia, ya que los peloteros que se hayan destacado durante la temporada deberían tener prioridad para vestir la camiseta del equipo nacional, independientemente de su participación en la final local.
Cabe destacar que estos cambios se dan en un contexto complicado, con la incertidumbre sobre la realización de la Serie del Caribe 2026, prevista para celebrarse en Caracas, Venezuela. Algunos países como México, República Dominicana y Puerto Rico ya han anunciado que no participarán debido a la inestabilidad política y social que vive el país anfitrión, lo que podría obligar a una nueva reubicación del evento.
Para el experimentado periodista y director del periódico Trabajadores, estas modificaciones ponen en riesgo la integridad y el prestigio de la Serie Nacional, uno de los eventos deportivos más importantes de Cuba. En su opinión, los organizadores deberían priorizar el respeto a lo acordado en el Congresillo del torneo y evitar supeditar el calendario nacional a los compromisos internacionales.
Queda por ver si la CNB reconsiderará algunos de estos cambios antes de la celebración de la 64 Serie Nacional, de modo que se preserve la esencia y el espíritu competitivo de la máxima competencia beisbolera cubana.
