Telefónica ha cerrado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) más importante de los últimos años, con un recorte mínimo de 4.554 trabajadores a nivel de grupo. Este ajuste, que supone una reducción del 26% de la plantilla de las siete filiales afectadas, es sensiblemente inferior al planteamiento inicial de 6.088 salidas.
La empresa ha realizado este miércoles su oferta final, con 3.765 bajas en Telefónica de España, Móviles y Soluciones, que representan el grueso del recorte. Además, se sumarán 599 despidos en las filiales globales (TGS, TID y Telefónica SA) y 190 en Movistar+.
Los sindicatos mayoritarios (UGT, CC OO y Sumados-Fetico) valoran positivamente la última propuesta, ya que garantiza la voluntariedad total del ajuste y evita salidas traumáticas. De hecho, las condiciones económicas y de prestaciones sociales pactadas, como la creación de empleo del 10% o la extensión del Convenio Especial con la Seguridad Social, han sido claves para alcanzar un acuerdo.
El proceso de despido colectivo en Telefónica para este 2025 encara su recta final, con un coste estimado en torno a los 1.730 millones de euros, coherente con la afectación prevista y el coste medio por empleado registrado en el anterior ERE de 2024. La compañía busca ahorros de costes de unos 3.000 millones de euros para 2030 con esta reestructuración.
