Tras el anuncio del Banco Central de Argentina (BCRA) sobre el nuevo esquema de bandas cambiarias, el prestigioso diario británico The Economist calificó la medida del presidente Javier Milei como un "cambio crucial" que permitirá que el peso flote más libremente.
Según la publicación, desde abril el peso se ha movido dentro de una banda, cuyos límites se ampliaban un 1% cada mes. Ahora, esos límites se ampliarán al ritmo de la inflación, actualmente del 2,5% mensual. Esto, asegura The Economist, permitirá que el peso, que muchos consideran sobrevalorado, se debilite más rápidamente.
La columna explica que el Gobierno argentino "lleva mucho tiempo tratando de mantener fuerte el peso", lo que ayudó a reducir la inflación, pero "lastró las exportaciones, impulsó las importaciones y dificultó mucho la acumulación de reservas". A medida que se acercaban las elecciones de mitad de mandato en octubre, "todo el mundo empezó a vender pesos, lo que obligó al Banco Central a vender miles de millones de dólares para defender el límite de la banda".
Fue entonces cuando llegó, "de forma extraordinaria", la ayuda del Tesoro de Estados Unidos, que frenó la preocupación inicial del FMI e inversores, y ayudó a Milei a ganar las elecciones. Seguido a este apoyo, el peso se debilitó, y llegó el visto bueno del fondo y los mercados, con subas de acciones argentinas y bonos en dólares, "lo que sugiere que el Gobierno podría volver pronto a pedir préstamos en los mercados de capitales mundiales".
Si bien The Economist advierte que la ampliación de las bandas conlleva el riesgo de un "modesto aumento de la inflación", asegura que esto es "menos problemático para el Gobierno ahora que las elecciones de mitad de mandato ya pasaron". No obstante, aclara que esta medida "está lejos de ser una flotación total", ya que, en términos reales, la banda permitirá que el peso se debilite, pero solo marginalmente, y lo seguirá dejando sobrevalorado.
Por último, el artículo señala que el BCRA aún no ha anunciado un programa para controlar la inflación a través de los tipos de interés, y que "el viaje monetario de Milei aún no ha terminado".











