Patricia Noy, una joven policía de 23 años, ha liderado un camino inesperado al frente del Sindicato Policial Nacional (Sipolna), el gremio policial más numeroso del país. Inicialmente escéptica sobre los sindicatos, Noy se convenció por los hechos y hoy se erige como una voz fundamental para abordar los desafíos que enfrentan los agentes, desde la salud mental hasta el acceso a la vivienda.
Su historia, marcada por la vocación, la pérdida y el compromiso, pone de manifiesto las duras realidades que viven los policías uruguayos. Noy reconoce que "ama la Policía, pero también sabe que hay muchas cosas que están mal y hay que decirlas". Desde su rol, reclama unidad entre los sindicatos policiales, plantea medidas concretas para mejorar las condiciones de vida y exige un abordaje más empático de la salud mental en la fuerza.
La joven líder sindical destaca que el mayor impacto de su primer paso fue entender que "hay que animarse a hablar" y enfrentar las posibles represalias. "El régimen disciplinario se puede usar contra vos", advierte, pero asegura que su compromiso es con sus compañeros y que no tiene aspiraciones políticas partidarias.
Uno de los principales focos de Noy es abordar la crisis de salud mental que afecta a la Policía, donde el suicidio es un problema grave. "Cuando un policía se quiebra mentalmente, lo primero que tiene a mano es el arma. No hay tiempo para arrepentirse", señala. Por ello, propone medidas como realizar informes más exhaustivos en el ingreso a la institución y brindar una mayor contención y empatía a los agentes.
Asimismo, Noy hace hincapié en las precarias condiciones de vida de muchos policías, quienes enfrentan dificultades para acceder a una vivienda digna. "Muchos compañeros viven en asentamientos, en zonas muy complicadas. No pueden acceder a los planes de vivienda porque están en el clearing", lamenta.
A pesar de los desafíos, Noy se muestra decidida a dejar una estructura sindical sólida que proteja y escuche a los policías, más allá de su propio mandato. "Estoy acá para dejar una estructura que sirva, que proteja, que escuche. Porque esto tiene que seguir más allá de mí", afirma.
La historia de Patricia Noy evidencia la necesidad urgente de abordar las problemáticas que afectan a la Policía uruguaya, desde la salud mental hasta las condiciones laborales. Su liderazgo y compromiso se erigen como un ejemplo de la importancia de dar voz a los trabajadores y generar cambios duraderos en una institución fundamental para la seguridad del país.











