La comunidad internacional tiene puesta su mirada en Honduras, donde el proceso electoral celebrado el pasado 30 de noviembre aún no ha concluido. La Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa ha llamado al Consejo Nacional Electoral (CNE) a realizar su trabajo "con libertad y transparencia" para emitir los resultados oficiales.
Tras las elecciones generales, el escrutinio especial de las actas con inconsistencias permanece paralizado debido a las diferencias entre los consejeros electorales. Mientras algunas autoridades insisten en avanzar con la revisión de las actas impugnadas, el representante del partido Libre ha condicionado su firma a un recuento manual "voto por voto" de toda la fórmula presidencial.
Esta situación ha generado un ambiente de tensión, con manifestaciones de simpatizantes de Libre que han protagonizado disturbios e incluso amenazas contra las consejeras electorales. Organizaciones de la sociedad civil han alertado que estas presiones buscan coaccionar la autonomía del CNE y deslegitimar el proceso de escrutinio.
La Embajada estadounidense, a través de un comunicado, agradeció a la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) por "salvaguardar el proceso" y recordó que "los ojos del mundo siguen puestos en Honduras". Asimismo, reconoció que el "pueblo hondureño acudió pacíficamente a las urnas el 30 de noviembre".
En este contexto, la comunidad internacional está atenta a que el CNE pueda realizar su trabajo de manera libre y transparente, sin presiones ni interferencias, para que se emita una declaratoria oficial con los resultados de las elecciones. La credibilidad y legitimidad del proceso electoral en Honduras dependen de ello.
