El conflicto territorial entre los municipios de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, en el departamento de Sololá, ha vuelto a generar violencia y pérdidas de vidas humanas. Según informes, los enfrentamientos ocurridos durante el fin de semana dejaron 13 habitantes de Nahualá fallecidos y 7 efectivos militares heridos.
Ante la gravedad de los hechos, el presidente Bernardo Arévalo anunció la implementación del Estado de Prevención en ambas localidades por un período de 15 días, con el objetivo de mantener el orden y evitar mayor conflictividad en la región.
Según el experto en resolución de conflictos Miguel Ángel Balcárcel, este conflicto tiene raíces históricas que se remontan al siglo XIX, con disputas familiares por la propiedad de la tierra y una delimitación territorial imprecisa entre los dos municipios. Además, señala que la presencia de rutas y caminos utilizados durante el conflicto armado interno ha atraído el interés de grupos delictivos que se aprovechan de la división entre las comunidades.
Balcárcel afirma que las intervenciones gubernamentales previas han agudizado aún más la situación, al no comprender adecuadamente la cultura e historia local. Por ello, considera que la principal solución es una delimitación territorial clara y definitiva, respaldada por un catastro oficial, junto con compensaciones donde sea necesario. Asimismo, destaca la importancia de mantener un equilibrio entre la presencia militar y el diálogo constante con las comunidades, para evitar que la violencia continúe escalando.
El experto advierte que este conflicto histórico podría estar siendo aprovechado por actores externos con intereses en la zona, lo que dificulta aún más la resolución del problema. Por lo tanto, el Gobierno enfrenta el desafío de encontrar una solución duradera que ponga fin a la violencia y permita la convivencia pacífica entre los habitantes de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán.
