Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ordenó el bloqueo total de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela, intensificando la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Trump aseguró que Venezuela está "rodeada" por "la armada más grande jamás reunida en la historia de Suramérica" y exigió la devolución de "todo el petróleo, las tierras y otros activos que robaron previamente" a Estados Unidos.
La medida, considerada una escalada significativa en la presión contra Maduro, ha tensado aún más las relaciones entre ambos países y contribuido a una caída de los embarques de crudo venezolano, al tiempo que amenaza con nuevas incautaciones de petroleros sancionados en aguas cercanas.
Según Trump, el "régimen ilegítimo de Maduro está utilizando el petróleo de estos yacimientos robados para financiarse, el narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro". Sin embargo, aún no está claro cuántos petroleros serán afectados ni qué consecuencias tendrá esta medida para la industria petrolera venezolana.
La semana pasada, el Comando Sur de Estados Unidos incautó el petrolero Skipper, que transportaba crudo venezolano cerca de la costa del país suramericano, bajo una orden judicial. Este hecho se considera una escalada significativa en la presión contra Maduro.
La nueva escalada del operativo militar estadounidense llega en medio de un aumento de la presencia militar en el Caribe y ha sido condenada por Caracas como "piratería", mientras que la Casa Blanca defendió la incautación del primer petrolero sancionado como parte de su política de sanciones y control de activos vinculados a actividades ilícitas.












