El gobierno de Estados Unidos ha designado al Clan del Golfo, considerada la mayor banda criminal de Colombia, como una organización terrorista extranjera, informó este martes el secretario de Estado, Marco Rubio.
Esta medida se produce en un momento de tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Colombia, tras el amplio despliegue militar en el Caribe como parte de la supuesta campaña antidrogas del expresidente Donald Trump, y el cruce de críticas entre el actual presidente colombiano, Gustavo Petro, y Trump.
Según Rubio, el Clan del Golfo, también conocido como el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) y considerado heredero de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), es "una organización criminal violenta y poderosa con miles de miembros" cuya "principal fuente de ingresos es el narcotráfico de cocaína, que utiliza para financiar sus actividades violentas".
El jefe de la diplomacia estadounidense agregó que esta organización es "responsable de ataques terroristas contra funcionarios públicos, agentes del orden, personal militar y civiles en Colombia". Esto ocurre mientras el Clan del Golfo mantiene diálogos de paz con el gobierno del presidente Gustavo Petro.
La designación como entidad terrorista tiene efectos legales muy amplios en Estados Unidos, que van desde el congelamiento de fondos hasta el procesamiento penal por apoyo indirecto o directo a esa organización.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos ha tomado medidas de este tipo. Desde el regreso al poder en enero pasado del expresidente Donald Trump, Washington ha designado como terroristas a los seis principales carteles mexicanos, así como a otras bandas transnacionales como Tren de Aragua, la Mara Salvatrucha (MS-13) y su rival Barrio 18, además de las ecuatorianas Los Lobos y Los Choneros y el Cartel de los Soles, que según la Administración Trump estaría supuestamente liderado por el dictador venezolano, Nicolás Maduro.
La decisión de designar al Clan del Golfo como organización terrorista extranjera se produce en un momento delicado de las relaciones entre Estados Unidos y Colombia, dos países aliados en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Será importante ver cómo evoluciona esta situación en los próximos meses.












