México analizará las implicaciones de la orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que declara al fentanilo como "arma de destrucción masiva" en el país norteamericano.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este martes que su gobierno "va a analizar las implicaciones" de dicha medida adoptada por la Casa Blanca.
La orden ejecutiva de Trump busca imponer sanciones más severas a quienes fabriquen, distribuyan o trafiquen fentanilo, un poderoso opioide sintético que ha causado una crisis de sobredosis en Estados Unidos.
Según datos oficiales, el fentanilo y otros opioides sintéticos provocaron más de 70,000 muertes por sobredosis en 2021 en territorio estadounidense, convirtiéndose en la principal causa de muerte entre adultos jóvenes en ese país.
La decisión de Trump de catalogar al fentanilo como "arma de destrucción masiva" implica que su tráfico y distribución serán considerados actos de terrorismo, lo que abre la puerta a mayores penas y sanciones para los involucrados.
Desde México, la mandataria Sheinbaum señaló que su gobierno analizará a fondo las repercusiones que esta medida podría tener, tanto a nivel bilateral entre ambos países como en la lucha contra el narcotráfico.
"Vamos a analizar las implicaciones que tiene esta decisión del presidente de Estados Unidos. Nosotros siempre hemos dicho que hay que atender las causas, no solamente los efectos", declaró la presidenta mexicana.
Las autoridades mexicanas han reconocido que el fentanilo producido en laboratorios clandestinos en México es la principal fuente de este opioide que llega a Estados Unidos. Sin embargo, han insistido en que el combate al narcotráfico debe enfocarse también en reducir la demanda y abordar los problemas de salud pública.
Expertos han advertido que catalogar al fentanilo como "arma de destrucción masiva" podría complicar aún más la cooperación antinarcóticos entre México y Estados Unidos, al tiempo que endurecería las penas y el tratamiento a los consumidores.
Desde la Casa Blanca, la administración de Biden ha señalado que la orden ejecutiva de Trump busca "desmantelar las redes de tráfico de fentanilo" y "proteger a los estadounidenses" de esta crisis de sobredosis.
Sin embargo, el gobierno mexicano ha reiterado su postura de abordar el problema del fentanilo desde un enfoque de salud pública y de atención a las causas subyacentes, en lugar de endurecer únicamente las medidas de seguridad y la persecución criminal.











