El gobierno de México ha publicado un borrador de propuesta que inquieta al sector eléctrico privado del país. Las nuevas reglas obligarían a los generadores independientes de energía a vender su electricidad únicamente a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) durante cinco años, además de dar a la CFE la opción de adquirir los activos de estas empresas sin costo alguno.
Bajo las reglas actuales, los generadores podían vender electricidad a la CFE mediante contratos de largo plazo, con la posibilidad de migrar al mercado mayorista una vez finalizados esos acuerdos. Sin embargo, la nueva versión de las regulaciones eliminaría esta opción, forzando a los productores independientes a vender exclusivamente a la CFE.
Además, la propuesta modificada otorgaría a la CFE la facultad de adquirir los activos de estos generadores sin costo, lo que podría ser interpretado como una "expropiación indirecta" según la Asociación Mexicana de Energía. La única alternativa para evitar estas reglas sería que los productores de energía negocien nuevos permisos directamente con el gobierno.
Analistas advierten que la propuesta, en su forma actual, podría afectar a empresas extranjeras con operaciones en México, incluidas generadoras con vínculos con Estados Unidos y Canadá, quienes podrían reclamar que se violan sus derechos bajo el acuerdo comercial T-MEC.
El gobierno de México enfrenta el desafío de equilibrar el control estatal y los derechos de los inversionistas en el sector energético, especialmente en lo que respecta a los activos heredados. Estas regulaciones preliminares muestran esa tensión y generan preocupaciones que, de no resolverse, podrían activar mecanismos de solución de disputas bajo las reglas vigentes del T-MEC y otros tratados de inversión.
