El consumo de smartphones en México está experimentando un cambio estructural, con los equipos de gama alta representando ahora el 17.1% de la base instalada, superando por primera vez la proporción de la gama baja, que cayó al 15%. Este fenómeno refleja una transformación en la demanda de estos dispositivos, donde los usuarios priorizan las prestaciones sobre el precio.
Según el estudio "Smartphones: Preferencia Creciente de la Gama Alta" elaborado por la Consultora The CIU, la tenencia de equipos inteligentes llegó al 96.5% al tercer trimestre de 2025, confirmando que el smartphone se ha convertido en la principal puerta de acceso a contenidos, pagos, movilidad y productividad. Este uso intensivo empuja a los usuarios a invertir más en dispositivos capaces de soportar tareas complejas.
El alza en la gama alta, con un incremento anual de 3.4 puntos porcentuales, se debe a ciclos de reemplazo más largos y decisiones de compra orientadas al rendimiento, la cámara y las capacidades de inteligencia artificial. Por su parte, la gama media conserva la mayor porción del mercado con el 67.9%.
"Los usuarios están dejando atrás la lógica del precio bajo y migrando a dispositivos que realmente soporten sus actividades digitales cotidianas", afirmó Alberto Piedras, analista de The CIU.
La caída de la gama baja se explica por limitaciones técnicas como memoria insuficiente, cámaras básicas y baterías que no soportan un uso intensivo. Estas carencias ya no satisfacen a los consumidores que utilizan constantemente la banca digital, aplicaciones de streaming y participan en trabajo remoto.
En la gama media, el precio sigue siendo relevante, pero la decisión de compra también incorpora factores como la memoria, el procesador y la cámara. La coexistencia de precio y desempeño mantiene este segmento dominante, aunque con presión desde la gama alta por funciones premium.
"La Inteligencia Artificial (IA) comienza a ser un atributo determinante y una diferencia clara entre quienes buscan un mayor nivel de desempeño", señaló Piedras.
En la gama alta, el precio pierde peso frente a la experiencia, ya que la IA pesa el 30% como criterio de elección, mientras que la cámara, la memoria y el procesador resultan decisivos con el 70% restante. Esta prioridad explica el aumento de equipos de más de 10 mil pesos en el mercado.
Según el estudio, México ya concentra el 85% de los equipos en las gamas media y alta, dejando a la gama baja reducida a una minoría. Este nuevo mapa de preferencias redefine la competencia entre fabricantes y las estrategias comerciales de los operadores.
"Los usuarios prolongan los ciclos de uso, pero invierten más por unidad: el resultado es una base más valiosa y tecnológicamente avanzada. Para fabricantes, operadores y comercios, la oportunidad está en ofrecer valor agregado y servicios que exploten capacidades", señaló el analista.
Este viraje hacia la gama alta plantea retos en equidad de acceso y en ofertas financieras para la adquisición. No obstante, para la industria representa una oportunidad de crecer en ingresos por unidad y ofrecer servicios de mayor margen vinculados a la experiencia.
"La cifra del 17.1% no sólo es un hito cuantitativo; es la señal de un mercado que prioriza capacidades tecnológicas sobre el precio", concluyó el especialista.
